sábado, 9 de febrero de 2013

Rusadas

En este cartel pone que no aparques porque van a quitar la nieve del tejado.




Esto es lo que pasa si eres un rebelde y no quitas el coche:





Lo que se supone que pensó el ruso que se puso a quitar la nieve: antes de llamar a la grúa te jodo el coche.


martes, 18 de diciembre de 2012

Cosas a las que digo...¿eh?


- Pedir 3 cervezas en un bar, pagarlas, que te pongan 1 y que al cabo de 10 minutos tengas que recordarle al camarero que eran 3 para que te ponga las otras 2.
- Ponerte a parar un taxi y que el taxista se ponga a dar marcha atrás en una calle de 4 carriles y bloquee una salida de la calle para recogerte.
- Ir a una farmacia a comprar alcohol para las heridas y que la dependienta se ofenda y te diga que "eso" no se vende en una farmacia. Señora, no soy ruso, no me lo voy a beber.
- Coger un taxi (pirata por supuesto) y cuando vas a pagar ver que no tienes justo y el taxista no tiene cambio. Mientras revisas todas las monedas y piensas como coño vas a pagar, el taxista arranca...¿dónde vas grande? dejas que el taxista se quede con el cambio pero piensas, ¿dónde coño me hubiera llevado si no le pago?
- Que alguien resbale en el hielo y nadie se descojone.
- Ver a un coche aparcando, que le joda el retrovisor al coche de al lado y que no se ponga ni colorao.
- Que al entrar al metro el que va delante te estampe la puerta que pesa tonelada y media en la cara.
- Que suene una canción española en un bar y seas el único que no tiene ni puta idea de qué canción es.
- Ver un coche dando marcha atrás en una calle llena de coches porque se pasó la salida que tenía que coger.
- Que vayas a comer a un buffet y no haya agua pa beber.
- Que el más feo del bar acabe con la más guapa.
- Ver a un ruso bebiendo chupitos con un casco puesto y que mientras tanto el camarero le dé de ostias con un palo en el casco.
- Gente que se duerme de pie en el metro y con un libro abierto.
- Pagar 3 o 4 veces más de agua, luz y gas que el resto de la gente.
- Que no quede sitio en el guardarropas, te quieran meter el abrigo en una bolsa de plástico y encima te quieran cobrar.
- Que haya monedas y billetes de la misma cantidad.
- Estar esperando más de 5 minutos por el ascensor, que lleguen 6 o 7 personas justo antes de que llegue el ascensor y que al final te quedes tú fuera.
- Que hayas cruzado 2 palabras con una rusa y te pase la cuenta de su mesa pa ver si la pagas, en plan a ver si cuela.
- Que en un bar se acaben las cervezas a la media hora.
- Que una rusa esté bailando encima de la barra y caiga pa dentro de la barra.
- Que en los baños de la piscina no haya papel higiénico.



martes, 4 de diciembre de 2012

Como nadar en Moscú y no morir en el intento. Parte II

Pues las piscinas son...descubiertas. O algunas por lo menos. Me explico. En un principio, aquí la gente sólo me hablaba de las piscinas descubiertas con lo que llegué a la conclusión de que a los rusos les gustaba que se les congelaran las pelotas cuando van a la piscina. Pero tras una gran labor de investigación he descubierto que puede que sea uno de los pocos gilipollas que se pone a nadar en fardagüevos al aire libre nevando y bajo cero. Dejando a un lado este pequeño detalle de que sea gilipollas vamos a centrarnos en las piscinas descubiertas, que son las únicas que conozco por ahora. Y dicho sea de paso, la piscina que más cerca me queda de casa es descubierta, así que no hay más que decir.

Lo primero que tengo que decir es que no necesitas traje de neopreno. El tío al que se le ocurrió la idea de hacer las piscinas descubiertas por lo menos tuvo el detalle de poner el agua caliente. Además, salía más rentable esto que tener que curar todos los catarros de la gente que se decidiese a ir a nadar. Lo siguiente que debéis saber es que tampoco necesitáis albornoz para no morir por hipotermia antes de tiraros al agua. Se ve que el tío este de las piscinas estaba inspirado ese día y no se conformó con poner el agua de la piscina caliente si no que también tuvo la idea de poner una especie de canal para ir directamente desde el vestuario hasta la piscina y evitar así la muerte de nadadores por estocada de pezón. Con esto quiero decir que a la piscina entras buceando a través del ya comentado canal, sin necesidad de salir fuera del agua. También tengo que comentar que el riesgo de sufrir ataques pezoniles sigue existiendo ya que siempre hay algún ruso valiente que le importa tres cojones lucir su cuerpo serrano bajo los aires de la estepa. Cabe destacar también la dificultad de ser monitor o entrenador en una piscina aquí. Imprescindible un buen abrigo y no ser friolero. Por último creo que tampoco necesitas gorro, porque mucha gente va con la melena al viento.

Una vez aclarados estos puntos, la piscina a la que voy es acojonante (más por su historia que por su modernidad). Fue donde se celebraron los  JJOO de Moscú 1980, con capacidad para unos 10000 espectadores, que creo que serán suficientes para cuando la gente me quiera ir a ver nadar... Además, está al lado del estadio de fútbol Luzhniki, el mayor estadio para eventos deportivos de Rusia y que es el estadio del Spartak, e incluso a veces lo usa el CSKA (creo que es porque ponen hierba artificial en invierno, ya que aquí no debe de quedar ni un prao vivo). Todo esto hace que cuando vas nadando te dé por levantar un poco el cuerpo para ver el estadio pero según te llega la primera corriente de aire frío se te quitan las ganas de ver el puto estadio y piensas que ya habrá días mejores pa ir a verlo. Lo bueno del frío es que estás poco tiempo parado, te entran ganas de ponerte a nadar sin parar y empezar a "sudar" a destajo, ya que el lugar más cálido de la piscina es debajo del agua.

Si descubro algo más sobre las piscinas escribiré la parte 3 de estas entradas. De momento, decir que tengo curiosidad por ver como será nadar a 20 bajo cero y nevando, que hasta ahora no tuve condiciones extremas en el agua, sólo recuerdos del Cantábrico.


A la derecha se puede ver el canal para entrar a la piscina, con puente incluido para cruzarlo por arriba

Sí, hay una báscula en el vestuario




Vista con el estadio de fútbol detrás. El cartel es para indicar que en esa calle no se meta gente que vaya despacio, la señal es de "tortugas no"

La piscina por fuera con el estadio al fondo



jueves, 22 de noviembre de 2012

Como nadar en Moscú y no morir en el intento. Parte I

Lo más fácil para nadar en Moscú es comprar un traje de neopreno, tirarte al río y nadar de lao a lao. Si ya te pones exquisito y quieres ir a una piscina tienes que currártelo más. Tengo que decir que estaba avisado de cómo era el proceso para conseguir ir a la piscina aquí, pero aún así quise comprobarlo por mí mismo. 

Día 1
Entonces...quiero ir a nadar, ¿no? pues voy a la piscina, donde coño voy a ir si aquí no hay playa y el agua de los lagos y de los ríos está que corta. Pues voy pa allá y pregunto por la справка (spravka en cristiano, lo que pasa que lo puse en cirílico pa que se note que las clases de ruso están dando resultado... :) ). La spravka es un certificado médico, o eso entiendo yo, y que en este caso se necesita para poder ir a nadar. Según la gente del lugar se puede sacar en la misma piscina, ya que hay un médico que te hace el "reconocimiento" y te da el papelito en el momento. Además, te lo hace por un precio razonable: 10$ y te dura 3 meses. Vamos al médico este y le decimos que queremos la spravka esta y tal y cual. Abre la boca para preguntarnos que de dónde somos. Casi mejor que no la hubiese abierto porque le debió de entrar mal el aire y se puso a toser como un cosaco. Era para decirle que se tapara la boca con la mano, pero no por el asco que daba ni porque nos estaba echando sus gérmenes si no porque con esa tos había riesgo de que le saliese un pulmón por la boca. Bueno que me voy del tema, nos hace unas preguntas, va a por un papel, pinta una raya en el papel y dice algo como que vayamos a la taquilla a que nos sellen este papelito y paguemos. Me estaba asustando, iba a conseguir la spravka a la primera. Pero no. La de la taquilla no tenía ni puta idea de lo que había que hacer con ese papel. Fue a buscar al médico a ver para que era pero nada, de hecho ni nos contestó, encontramos a una señora que hablaba inglés (sí, a veces ocurren milagros) y ya nos dió ella la respuesta. La versión oficial era que como no somos rusos no se puede sacar ahí. Total, la visita a la piscina me valió para, además de conocer la propia piscina, saber que el médico tenía un problema con el alcohol, otro con el tabaco y que no tenía complejos, si no no se explica lo de que tuviera la bragueta abierta.

Día 2
Una vez descartada la opción de sacar la spravka en la piscina sólo queda una opción: ir a una clínica privada. Nos habían dicho una así que vamos para allá directos. Se nota que era privada porque nos mandan a una recepción sólo para extranjeros, donde por supuesto la gente sabe más idiomas además del ruso. Por desgracia, la médica que estaba allí sólo hablaba francés y tuvo que llamar a otra que hablaba inglés. Todo esto para decirnos que hay que ir antes de las 7, que ahora era demasiado tarde (serían las 7.30 o 8 menos algo). Otro día perdido.

Día 3
Volvemos a la clínica, y son menos de las 7. Paso yo primero y me empiezan a contar un rollo que me hacen hasta dudar sobre si quiero sacarme la spravka o no. Al final acepto, doy mis datos y echo unos cuantos autógrafos. Luego nos vamos al médico, al dermatólogo para ser exactos. Nos mira un pie, no sé muy bien para qué, ¿tema de hongos quizás?¿por qué nos mira sólo un pie? nos pregunta si tenemos problemas en la piel: no, y si los tuviera no te lo iba a decir. Resultado final: spravtka conseguida para 6 meses. Coste de la operación: 3 días dando vueltas como un tonto y 1600 rublos (unos 40€). 

Con spravka en mano vamos para la piscina. Se la enseñamos todo orgullosos a la de la taquilla y nos manda para el médico otra vez. ¡No me jodas que hoy no voy a poder nadar tampoco! Todo queda en un susto, sólo la tenía que sellar y pedirnos los datos por enésima vez. Claro ejemplo de la burocracia rusa. Al final, contabilizo 5 sellos en la puta spravka, yo creo que en este país un sello es lo que más vale después de los billetes de 5000 rublos. ¡Ya por fin podemos sacar la entrada! coño pero... ¿450 rublos? joder, vaya día, 11€ por nadar. Luego nos informamos bien de los precios y los hay más baratos, pero por menos de 5€ es imposible nadar, y para que te salga por 5€ cuidao...

Y hasta aquí para sacarse la spravka, en la próxima entrada llega lo de la piscina, que las piscinas son...

La spravka sin cubrir que nos dió el de la piscina y que no valió para nada

lunes, 12 de noviembre de 2012

Cuando iba a ir al Bolshoi y acabé en el teatro de al lado

La idea era ir al Bolshoi, la obra daba igual, a mí por lo menos no me interesaba mucho. Y parecía que ibamos a ir al Bolshoi, miramos la obra en la web del Bolshoi y la entrada ponía algo de Bolshoi, pero creo que había algo que no me contaron... Primero fuimos a un teatro pequeño al lado de donde se compran las entradas, la señora nos dice que ahí no es, que vayamos al edificio grande mientras nos señala el Bolshoi, coño que suerte! pero llegamos ahí y...no, la opera es en el teatro de al lado, uno que está justo a la izquierda. Al parecer el Bolshoi organiza obras pero no todas son en ese teatro, sino que se reparten entre los teatros que tiene al lado (yo por lo menos ví 2 más). Todos los teatros son decentes pero son mucho más pequeños que el Bolshoi. Por eso se llama Bolshoi precisamente, ya que significa grande en ruso. Se curraron mucho el nombre, se comenta que cayeron varias botellas de vodka mientras lo discutían. A la quinta botella sólo quedaba uno en pie pero desgraciadamente ya no estaba pa pensar mucho. Aún así, el teatro a donde fuimos (que no sé como se llama la verdad) estaba bastante cuidado y la decoración te hacía retroceder varios siglos en el tiempo, como casi cualquier teatro.

La opera que fuimos a ver era "La novia del zar" (The Tsar's Bride) y se dividía en 4 actos. Cuando empezó pensé que hasta me iba a gustar, era sólo música. Luego de repente se abrió el telón. Yo ni siquiera me había percatado de donde estaba el escenario, pensaba que era sólo música, en plan concierto. Ya me parecía raro que se pusiesen a contar la historia de la tía esta y el zar sólo con música. Como veis, no tenía ni puta idea de donde estaba. A partir de aquí fue cuando me empecé a aburrir un poco. Primero apareció un tío cantando que tenía una voz ronquísima, le recomendé Frenadol para pasar el invierno. Debía ser barítono o bajo, pensé. Luego no me enteré de mucho de la historia, si ya entiendo poco ruso si me lo cantan la cosa se desmadra. Lo bueno era que había una pantalla que te lo iba poniendo en rusglish. El rusglish es un idioma que usan los rusos que intenta parecer inglés pero que no llega a serlo. Yo no es que sea un experto en inglés precisamente pero en esa pantalla ví cosas un poco raras...for in order to¿? need's¿?. Yo pensaba que esto era más serio pero bueno ya me voy acostumbrando a Rusia... A lo que iba, el caso era que había una mujer que le gustaba el zar pero el zar era un pichabrava y a él le gustaba otra. No sé como acabó la historia porque en el descanso entre el 2º y el 3º acto me marché. Aún así aguanté más que mucha gente, el primer descanso hizo lo suyo. Tengo que decir también que a la señora de al lado no le debió de gustar mucho que estuviera todo el rato con el móvil y que incluso me sonara una alarma...quizás esto influyó en que se marchase en el primer acto, no lo sé. Lo siento señora. También he de decir que no era el único que recurrió al móvil para escapar del aburrimiento. Siguiendo con la opera y sin tener ni puta idea de ella, tengo que decir que, no os voy a engañar, me pareció un poco aburrida. Estaba ambientada en una época de hace la ostia de años y además la historia era muy simplona, tampoco sabía muy bien que esperar de una opera. Si estáis interesados en la obra podéis buscarla por internet por su nombre en inglés. Seguro que es una obra excelente, como dije antes no tengo ni idea de opera. Por eso la próxima vez que me vaya a tragar otra opera espero que sea en el Bolshoi verdadero, que así cuando me aburra me pongo a mirar pal techo en vez de sacar el móvil.

Las fotos están hechas con el móvil y no son una maravilla, pero algo es algo.


El Bolshoi, donde ibamos a ir

Dejando el Bolshoi a un lado...


Donde finalmente fuimos












domingo, 28 de octubre de 2012

¿Véis este taxi?


Pues no creo que coja uno como estos en todo el tiempo que voy a estar en Moscú. Ni como este ni de ninguna otra compañía de taxis. Un ruso de a pie no coge estos taxis, así que un español tampoco. ¿Entonces cómo coges un taxi capullo? te asomas a la carretera, esperas a que paren coches, negocias el precio y pa dentro. Así dicho la verdad que no inspira mucha confianza, a mí al principio no me la inspiraba, no sabes si te va a llevar a casa o al matadero. Pero hay que reconocer que es divertido esto. Por lo pronto te vas a montar en una mierda de coche que hay lavadoras que suenan bastante mejor, y cuando cambia de marcha cruzas los dedos para que no se quede con la palanca en la mano. 


Los volga y los lada son los coches por excelencia yo creo, pero los de más de 20 años. Es como si en España viéses los primeros Ibiza o los viejos Fiat Panda. Pero aquí en el tema de coches se ve mucho contraste, tan pronto ves un cochazo que suena como un fórmula 1 como un coche destartalado de hace 40 años que no sabes como sigue vivo. Aún así, estos coches tienen su encanto, aunque probablemente los rusos no piensen lo mismo.




Por otra parte, la conducción de los rusos tampoco es que sea muy fina ni muy segura, aquí yo creo que vale todo. Si tienes suerte y el coche tiene cinturones de seguridad puedes ir un poco más seguro, pero poco más. Lo que también me dejo flipando el otro día es que el taxista no tenía ni puta idea de donde nos tenía que llevar, tenía que ir guiándose por las indicaciones de nuestro "guía" :). Además, el gps no lo dominaba mucho, y el embrague  del coche tampoco porque se le caló alguna vez. Sólo le faltaba la L de novato en el cristal de atrás.



El tema de la negociación fui aprendiéndolo poco a poco también. Si hablas ruso no hay mucho misterio, si no hay que tirar un poco de ingenio, pero vamos tampoco es nada complicado...además cuando te pones a parar taxis igual se paran 3 o 4 coches y quedan esperando a ver cual coges, hay bastante pa elegir. Además, en ese momento te sientes poderoso, atascas media calle con tan sólo levantar la mano. Yo para practicar el otro día de noche me perdí a propósito y acabé cogiendo 3 taxis para ir soltándome. Un par de taxis más y ya me dan el título de CCC. 
Dejando a un lado los coches particulares, también hay varias compañías de taxis pero no hay paradas de taxi como en España. Por lo que leí, hay alguna en estaciones de trenes, aeropuertos o algún hotel. Para coger un taxi "oficial" tienes que llamar por teléfono o los puedes coger por internet. Algo oí también de que los puedes pedir mandando un sms. También están las marshrutkas, que son furgonetas que hacen de taxi/bus para llevarte a los sitios. No he cogido ninguna ni estoy muy enterado de como funcionan, yo de momento sólo voy en cutre-taxi. 



Esto de los coches va a dar para mucho me parece a mí, de momento seguiré montando en ladas y volgas e intentaré que no me atropelle un Porsche que va a toda hostia al cruzar la calle. Continuará...

martes, 23 de octubre de 2012

Hola, soy Marcos, ¿tú? Yo Moscú

Mi llegada a la capital rusa no pudo ser más diferente de como me la había imaginado. Cuando me dijeron que el vuelo llegaba a Moscú a las 6 y media de la mañana calculaba que llegaría al piso sobre las 7.30 o 8. Con lo que no contaba era con que la mitad de la ciudad estuviese atascada. El caso es que tardamos unas 2 horas y media en ir desde el aeropuerto hasta el centro de Moscú. Por lo menos la cara del taxista era tranquilizadora, parecía que a él también se le estaban hinchando las pelotas así que puede que ese atasco no hubiese sido normal y que nunca jamás lo tendré que volver a padecer (lo dudo mucho la verdad). En ese momento aprendí 2 lecciones: no compraré coche en Moscú (no lo tenía pensado hacer); y cuando vaya al aeropuerto iré con tiempo o intentaré evitar los taxis.
Después de estos pequeños contratiempos el tiempo empezó a pasar rápido, demasiado rápido. Tan rápido que tardé casi una semana en pisar la Plaza Roja y sigo teniendo la mitad de la ropa arrugándose en la maleta. Por la calle iba tan apijotao que apenas saqué fotos. Y todo porque, aunque ya había estado aquí antes, esta vez la sensación fue muy distinta...el ruso era un obstáculo demasiado grande, los supermercados parecían tiendas de comida para animales, los rusos parecía que me tenían en su punto de mira (creo que la otra vez que vine no dejé cuentas pendientes) y las rusas parecían más feas que antes...todo debido al "efecto llegada" por supuesto, que no es efecto ni es nada porque me lo acabo de inventar.

A partir de ahora empezaré a tener más tiempo, más frío (estos días hace un frío de cojones), más fotos y más cosas que contar por aquí. Aún así, os pongo alguna fotobasura de las que tengo.